martes, 3 de agosto de 2010

¿DESARROLLO SOCIAL O PROTECCIÓN SOCIAL?

El mayor error que cometió el sector público en el Perú fue sectorializar las líneas de atención al ciudadano de forma tal que desarticuló totalmente el accionar del Estado generando duplicidades o mayormente “ausencias” en todo el territorio nacional.

Al dividir su trabajo en parcelas totalmente desconectadas, las actividades y proyectos en salud, educación, trabajo, cultura o vivienda perdieron la visión que debió integrarlas en un esfuerzo único y consistente. Los ministros y su personal no llegaron a comprender que sus labores debieron ser conjuntas y no competidoras entre sí. Es decir, no deberían duplicar esfuerzos ni tampoco convertirse en despachos de beneficencia pública.

Uno de los remedios que se ha pretendido aplicar fue la creación de un nuevo sector: el de la Mujer y Desarrollo Social; pero en lugar de ser una solución este estanco tampoco propone un gran objetivo del Estado sino que se ha constituido en una forma de captar y distribuir favores político-partidarios, a pesar de los esfuerzos positivos que algunos de sus funcionarios realmente ejecutan.
Una propuesta que debió encaminarse a la gran solución sobre esta disyuntiva fue la creación de los Gobiernos Regionales en los diferentes Departamentos y el diseño de una gran GERENCIA DE DESARROLLO SOCIAL a la que cual se adscribieron todos los despachos sectoriales de nivel departamental que ya existían. La ley orgánica 27867 dijo: a esta Gerencia se sujetaran las direcciones regionales de salud, vivienda, trabajo y educación y si bien en un principio se reconoció que entre gobiernos regionales y sectores cogestionarían la actividad dentro del departamento, luego se estableció tareas definidas: el ministerio dictaría normas nacionales y el gobierno regional las implementaría en su propio territorio.
Sin embargo, este tema que fue tan bien definido por Ley y por las observaciones de los entes rectores, no llegó a filtrarse hasta las intimidades de los funcionarios, fuesen los del Ministerio y ubicados en la capital del País, como también y -tristemente hay que aceptarlo- de ciertos funcionarios y empleados del estado periférico departamental quienes siguieron y siguen pensando en que dependen del Ministro y nunca han dependido del Gobierno Regional.
Tamaña incomprensión que debe ser solucionada a partir del próximo Enero, ha impedido que se llegue a consolidar el concepto de PROTECCION SOCIAL; idea que encierra el verdadero significado de la actuación del Estado en esa dimensión.
El cambio de conceptos que se da entre lo que es DESARROLLO SOCIAL y lo que constituye la PROTECCIÓN SOCIAL se encuentra dentro del marco del llamado PLAN DE IGUALDAD DE OPORTUNIDADES. Y es que la tarea del Estado, sea en el nivel nacional, regional o local, es entregar a todos y todas, sin olvidarse de ninguno, las mismas facilidades para que el sujeto concebido se desarrolle y alcance metas idénticas.
Es por ello que se involucra la protección a la mujer embarazada y al padre en el derecho al trabajo como se involucra luego al nacido vivo la adecuada y oportuna atención que le solucione alimentación, salud, techo, educación y luego trabajo para el joven instruido y capacitado.
Además, el espectro de cobertura se expande a la familia de forma tal que se reconoce el rol impulsor y la proyección de la célula básica para que, totalmente sana y fortalecida, reproduzca y lance al futuro un sistema de valores que garantice el progreso de toda la comunidad.
Visto de ese modo, el actuar del Estado es como una sombrilla que custodia al individuo. Y esa sombrilla es la PROTECCIÓN SOCIAL teniendo como variables de intervención todas esas líneas de trabajo de una manera conjunta. O sea, se une la acción en en salud, en Vivienda, en Trabajo y en Educación para conformar en mando de defensa y al mismo tiempo un trampolín de apoyo que incorpore a todos los ciudadanos sin distinción al sexo, edad, religión e ideas.
Intentando un camino que inaugure esta nueva forma de actuación, el Estado ya se involucró en el 2008-2009 con el programa llamado MODULO PERU que, por impulso de la Presidencia del Consejo de Ministros en ese entonces dirigida por Yehude Simon, realizó campañas de atención social en varios sectores de Lima y luego trasladó su intervención a zonas como Villa Hermosa en nuestra Ciudad y otras localidades del interior.
A pesar de tan buenas intenciones, esas acciones siguen quedando en una labor positiva pero temporal.
Lo que se aprendió de todo esto fue que es urgente y de máxima importancia coordinar y dirigir éste árbol de esfuerzos con la visión suficiente para que termine siendo autosostenible, que sea un gran proyecto que permita articular los recursos y talentos del Estado con los recursos y talentos del sector Privado en el desarrollo de una tarea gigantesca, pero que no se debe retrasar la cual es: Garantizar la calidad humana de quienes se encargarán de impulsar el desarrollo económico de nuestro Perú con miras a las próximos cien años.
En el mensaje de 28 de Julio y en días previos Alan García se ha lanzado a difundir la importancia del llamado Plan Bicentenario y ha manifestado su expectativa por llegar al 2021 con un nivel de pobreza de apenas 10% en el Perú. Existen también organizaciones civiles que impulsan una visión a ese año y que son formadas especialmente por inversionistas mineros. Lo que haremos nosotros si la comunidad Lambayecana nos favorece con el voto el domingo 3 de Octubre- es insertarnos en esa rueda positiva y utilizar todas las facilidades que podamos gestionar a fin de proyectar para Lambayeque un Plan diseñado en Cuatrienios. Y a futuro màs lejano: contribuir a la construcción de un norte peruano convertido en puerto intermedio de las mas gigantescas economías del mundo. La riqueza que nos espera debe ser correctamente gestionada. Los lambayecanos debemos ser fuertes y al mismo tiempo capaces, antes de contentarnos con ser únicamente ricos a nivel del bolsillo, pero muy pobres en el intelecto y valores conforme pululan muchos todavía.

MARCO CARDOSO MONTOYA

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