martes, 10 de agosto de 2010

ENERGIA LIMPIA: LA ENERGIA DE LAMBAYEQUE

El mercado de la energía en el Perú sigue diseñado sobre lineamientos que no asumen todavía con la fuerza necesaria una realidad que es vital para la costa norte del país.

Esencialmente en Lambayeque, nuestro día a día transcurre entre el viento y el sol. Tenemos para muestra un equipo al que le llamamos EL CICLON DEL NORTE y nuestro verano es interminable. Y como para agregar datos que incrementen posibilidades, contamos con arenas infinitas que pueden servir como una fuente de silicio, elemento utilizado para la fabricación de paneles solares. Es decir, todo aparece servido por el destino como para que Lambayeque varíe lo que se conoce como matriz energética y se traslade de inmediato a las vías de energía limpia.


Para obtener esto el primer paso se está dando mediante el componente energético de Olmos. De esto circulan muchos comentarios adversos de personas que nunca se preocuparon por informarse o por tener un conocimiento completo del asunto.

La fuerza que alimenta el concepto energético de Olmos nace de las aguas del Río Huancabamba y para ello el diseño de la propuesta inicial entendió que toda la masa corriente de líquido en ese río tendría un solo destinatario: la planta hidroenergética instalada luego de obtenido el trasvase en la cordillera. Pero luego, el entusiasmo disperso de nuestros vecinos piuranos promovió otro destino para las aguas del mismo Huancabamba: su uso para alimentar el llamado Proyecto del Alto Piura.


A pesar de que la idea de formar regiones camina precisamente sobre una negociación entre comunidades departamentales para diseñar proyectos que beneficien a todos en forma sostenible, fue el llamado DEPARTAMENTALISMO, es decir ese modo de ver la cosas muy estrechamente, el que impuso un criterio de separar a un proyecto de otro en lugar de acudir a la articulación necesaria y al uso pleno y racional del recurso hídrico para beneficio de todos.


Penosamente las opiniones lambayecanas de integrar a los proyectos Olmos y del Alto Piura no tuvieron eco en el Congreso de la República ni fueron respaldadas por el ejecutivo nacional. Por el contrario, con el afán de sostener favores de partidos y correligionarios, se siguió alimentando desde Lima las expectativas piuranas y al final mediante acuerdo inter partes y un decreto supremo 011-2009-AG se distribuyeron las aguas del Río, cediendo el mayor porcentaje para el uso del Huancabamba a Olmos (55%) y el menor porcentaje al Alto Piura (45%)


Estas decisiones más politiqueras que políticas afectaron enormemente los intereses de los inversionistas. No olvidemos aquí que uno de los aciertos de la gestión lambayecana ha sido promover la atención de los consorcios multinacionales hacia nuestra tierra como la única vía para realizar el Proyecto Olmos y la relación de confianza con el inversor es asunto delicado.


Y esto debe quedar aclarado. Hay un compromiso inicial del Estado Peruano, asumido como un préstamo que tiene que devolverse, pero allí no más queda el aporte oficial. Todo el resto de la operación, incluyendo las dos fases que se estiran hasta la cobertura de 100 mil hectáreas, se hará con dinero del sector privado. Y el sector privado no acude así simplemente a una inversión sino que sus operadores primero verifican las condiciones y ventajas de la misma además del ambiente social y político que se maneja en el contorno.


Desde este punto de vista, una comunidad dinámica, proactiva, esforzada, como la nuestra, ha contribuido en mucho para que los inversionistas acudan a Lambayeque; pero se deben establecer normas muy exactas y que hagan ver que toda inversión privada es bienvenida dentro del respeto a las disposiciones que los lambayecanos dictemos para la gestión de nuestro territorio y de su economía sostenible.


Decíamos por las razones explicadas que esa duda creada sobre las posibilidades acuíferas de Olmos y el hecho de que en los mercados mundiales se pusiese en mesa primero la energía gasífera y otras opciones como el uranio, hizo que se considerase excesivamente cara la gestión de energía hidráulica por una época y el interés por invertir en Olmos disminuyó.


Pero como el mundo se mueve en ciclos económicos diseñados planificadamente, ahora, que se agotan las fuentes tradicionales, el curso del agua para conseguir electricidad ha vuelto a concitar la atención y se ha revalorado la posibilidad de inversión en Olmos al extremo de que la cantidad de interesados supera a la decena de empresas.


Por estas razones quien afirme que se ha distorsionado el proyecto y abandonado el compuesto energético en Olmos simplemente está mintiendo descaradamente o –lo más penoso aun- no sabe siquiera de qué está hablando.


El desarrollo tiene sus rutas a seguir y la estrategia reside precisamente en aprovechar las oportunidades y ceder un poco cuando las cosas se ponen difíciles hasta ubicar las piezas en un nuevo escenario y allí si obtener lo que pensamos. Esa es la verdad de Olmos Energía y eso es lo que deben comprender todos los peruanos.

Por otro lado, la posibilidad de generar energía usando al viento, nuestro bendito aliado; y al sol, nuestro beneficioso iluminador; tienen que asimilarse haciendo comparaciones con otras comunidades del mundo. Nosotros gozamos brillo y fuerza solar casi los 365 días del año; y de cada día por un margen de hasta 10 horas como mínimo en promedio verano-invierno. Y vemos que en Europa, pese a que solamente la mitad de los días del año aparece un sol pleno en sus horizontes, utilizan muy bien el recurso para generar energía empleando acumuladores que podrían ser muy simples y sencillos en nuestro medio, dado el flujo constante de luminosidad que tenemos.

Y el caso del viento es similar.....quién no se lamenta muchas veces del fuerte viento que corre por nuestros campos y nuestras calles. Pues ese viento, aplicado a un molino sencillo, permite acumular energía que ilumina casas y hasta puede mover pequeña maquinaria para la empresa sencilla del campo. Es cuestión solamente de asumir el costo de ataque, que es el costo inicial y luego la sostenibilidad resulta prácticamente baratísima. Ahí tiene que intervenir el gobierno regional pero se debe imponer un criterio desde todos los gobiernos del Norte, por lo menos para contar con la fuerza que lleve al Ministerio de Energía y Minas a variar su espectro de opciones en fuentes de energía y permitir que se apliquen más fuentes alternativas y limpias allí donde la realidad lo haga viable. Y nosotros tenemos una realidad muy afecta a estas energías.


Todo se justifica muy bien por que actualmente la dependencia económica que tienen los empresarios, grandes medianos o pequeños, respecto a las fuentes de energía obtenida por consumo de petróleo o por traslado encadenado de otras circunscripciones, encarece los procesos productivos y entonces cae el nivel de competitividad comparando con otros empresarios del extranjero quienes invierten menos en energía y mas en elementos periféricos al producto como el envase o la publicidad.


Al usar energía limpia para el uso doméstico y para la pequeña industria en el sector rural aliviamos las capacidades a distribuir y generamos una plataforma alternativa y altamente sostenible.


De otro modo, la inversión que hacen el gobierno regional y el gobierno nacional en infraestructura eléctrica, colocando cables y torres para cubrir todo el territorio lo único que constituye es un enlace a un sistema de cobro y pago por energía que termina perjudicando al usuario al incrementar en las tarifas mensuales asuntos administrativos que nada tienen que ver con el servicio entregado.


Esto nos lleva a proponer el uso de alternativas en energía con la mayor fortaleza y la oportunidad para lograrlo es esta. UNA NUEVA ELECCION REGIONAL permite que la ciudadana diga en alta voz: esto es lo que queremos y esto estamos apoyando. Oye bien Gobierno nacional. ¡Esto es lo que queremos los norteños!


Apoyemos el desarrollo de la energía solar y eólica en Lambayeque y extendamos la propuesta a Piura, Tumbes y La Libertad para que muy pronto todos estemos abastecidos a bajos costos y así contribuyamos a que los pequeños y medianos empresarios conformen sus clusters productivos y gestionen correctamente nuestras oportunidades y nuestra riqueza.


MARCO CARDOSO MONTOYA


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