miércoles, 18 de agosto de 2010

LAS CALIDADES DEL FACTOR HUMANO

El cuarto postulado que asumimos como compromiso para la gestión regional a partir del año 2011 y que figura en nuestro plan de gobierno es el respeto a nuestros recursos naturales y a la calidad manual, técnica y profesional de nuestros residentes y sus familias.


Aquí se encierran dos conceptos, el primero por la importancia que asume para una gestión regional el constituirse en guardian que represente los intereses de la comunidad y la defensa del entorno no solamente emocional, sino del importante entorno natural: agua, aire, naturaleza en general que nos rodean y que no puede ser alterados.
Un punto de vital importancia es la gestión del bosque seco. Debemos considerar que el elemento clima tiene mucha relación con el equilibrio generado por la presencia de estas extensiones en donde la flora y la fauna se convierten en elementos muy preciados. He aquí que la intervención por la vía de explotación de automaticamente considerar la reposición de estos bosques y que se debe promover además, una forestación que extienda la presencia del recurso habilitando además, las economías sencillas que dependen del mismo.
La intervención en el bosque y en las familias que allí habitan ya tiene varias experiencias gestadas en los dos primeros periodos de gobierno Humanista. Han sido los productores de miel de abeja y los subproductos que de ella se derivan, los que han codirigido actividades tendentes a la conservación y a la industrialización de sus derivados. Y muchos problemas de los presentados en los últimos meses en lo rural se deben precisamente a la agresiva presencia de otro tipo de acciones de explotación del territorio que no tienen en cuenta el valor intrínseco del bosque lambayecano.
El encadenamiento de proyectos orientados a este tipo de aglomeraciones naturales ha pasado de las manos del sector agricultura y se está encargando ya a los gobiernos regionales de Tumbes, Piura y Lambayeque pero se deberán fortalecer las lineas de intervención recomendando un mayor grado de inversión en las mismas.
Al declarar este compromiso se asumirá con mucha fortaleza las labores de diseño y programación de actividades que contribuyan a la sostenibilidad del bosque.
El otro factor que se está considerando es la calidad manual, técnica y profesional de nuestros residentes y de sus familias.
Esta afirmación asume el carácter cosmopolita de nuestras ciudades. Hablar de residentes es asumir la migración que ha determinado que residan con nosotros comunidades enteras que tienen otra procedencia, mayormente de la sierra y selva norteñas.
Y estas comunidades han sembrado raíces y sus descendientes ahora son autenticamente lambayecanos. También se tiene que considerar en la proyección a los jóvenes de otras latitudes que arriben a nuestra tierra en el próximo quinquenio ATRAIDOS por el fenómeno de desarrollo que provocarán Olmos, Cañariaco, el Terminal Marítimo Internacional, el Ferrocarril Nor Andino, la formación de clusters productivos. Es decir, hay que ver a Lambayeque conforme será próximamente: una joya en el norte del Perú.
La concentración de la inversión privada y la mejor gestión de los recursos públicos harán posible recuperar el fuerte rol de Lambayeque como polo de desarrollo del Norte. Y esta vez su promoción hacia nuevos mercados internacionales, del barrio latinoamericano y hasta del asiático (a largo plazo) harán que el imán de esta tierra atraiga a muchos inmigrantes mas.
Esa expectativa nos exige como gobierno regional una actitud previsora. Más servicios, más cobertura social, más regulación que defienda recursos naturales y mucha más preocupación para que se custodie las calidades morales, las capacidades y la inventiva de nuestras futuras generaciones. Las netamente lambayecanas y las que se constituyan progresivamente. Esa es una visiona correcta del gobierno para los próximos veinte años.
La calidad humana de los lambayecanos tiene una procedencia histórica. Nuestra cultura se distingue por esos valores. La creatividad es algo que se debe institucionalizar y cuando hablamos del desarrollo de la ciencia y la tecnología precisamente estamos dándole un canal de avance a esas características. Y tanta riqueza humana no debe quedar librada a su propia suerte sino que debe ser promovida y protegida por el Estado.
Y esto pasa por las proporciones laborales que tienen que ser acogidas por los inversionistas y por las oportunidades de capacitación permanente que se les deben habilitar a los trabajadores. No solo en el sector privado sino precisamente en el importante sector publico que debe dar muestra coherente de sus criterios antes de imponerlos como una norma a seguir en todo el territorio.
La consideración a la calidad profesional, técnica y manual se demuestra con varias actitudes oficiales del sector público. En lo remunerativo, en lo estimativo, en las posibilidades de superación. Y esta arista del Estado aun espera una Ley de Remuneraciones que se estrella todavía con las irregularidades que ha creado el propio Estado para no asumir sus responsabilidades.
Por esa característica nacional distorsionada y el dictado de los presupuestos de remuneraciones desde la capital, la capacidad que tienen los organismos regionales para incorporar mejoras o regular de otra manera los ingresos de sus trabajadores es muy limitada.
Recurrir a los llamados Recursos Directamente Recaudados como una fuente para proveer de incentivos adicionales a los trabajadores públicos es como trasladar la carga de responsabilidad al usuario.
Si no hay una correcta regulación de tal hecho, los interesados en conseguir mayores ingresos empiezan a diseñar una política de atención que únicamente genere cada vez mas y mas recursos directos y lo hacen perjudicando a la calidad del servicio brindado. Inspeccionan lo que no deben y disparan multas, evalúan con deficiencia y generan nuevos pagos, ponen precio a los formularios y los reportan dentro de su respectivo texto único de procedimientos administrativos. Así tratan de completar el ingreso que el Estado les viene negando reiteradamente.
No hay posibilidad de poner un orden dentro del grupo laboral estatal si seguimos manteniendo estos criterios. Hay que conectar nuevamente la consideración de los aportes que cada persona puede entregar e ingresar en la gran ruta del estímulo. Buen trato laboral, preocupación por las familias de los trabajadores, solución oportuna y justa a los pliegos de reclamos, son herramientas que deben utilizarse con el mejor criterio.
Que no queden en manos de funcionarios de ciega obsecuencia ante el poder central. Que pasen a manos de quienes pueden tener el arte de diseñar un nuevo Estado regional y aprovechar toda la riqueza que la inteligencia puede entregar para corregir todo lo anteriormente equivocado.
MARCO ANTONIO CARDOSO


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