jueves, 19 de agosto de 2010

REGIONES EN EL PERÚ: MITO Y REALIDAD

Cuando se estableció por Constitución y se reafirmó por normas especiales el proceso de descentralización en el Perú, la propuesta perseguía solucionar todos los problemas que el Estado exhibía en su momento y que tendrían que encontrar respuesta en una organización mucho más cercana al poblador, como serían los llamados GOBIERNOS REGIONALES. Nos quedará siempre la duda de cómo esta emoción ha sido comprendida desde el año 2002 hasta la fecha y cuánto hay de cierto en la denuncia del presidente Alan García quien reclamó en su Mensaje a la Nación del pasado 28, que el proceso de regionalización se haya transformado en DEPARTAMENTALIZACION y por tanto el camino hacia la formación de verdaderas regiones se haya quedado trunco.

La teoría de la aproximación del gobierno a la ciudadanía pretende que el gobernante tenga una mirada directa sobre las dificultades y necesidades de una población y que cuente con las herramientas necesarias para resolverlas. De otro modo, el fin de la descentralización nunca se daría y por eso se dice que no hay DESCENTRALIZACION si no se transfieren las COMPETENCIAS desde el gobierno central, cosa que desde el año en que se dio la Ley orgánica de Gobiernos Regionales todavía está pendiente. Las competencias son las facultades que se conceden desde un nivel de gobierno a otro: yo dejo de hacerlo, ahora hazlo tú mejor. Es la figura del hermano mayor que deja de hacer encargos de la familia y se los pasa al segundo de los hermanos. Pero esas competencias también tienen que contar con un soporte: el dinero. Sin dinero el encargo nada vale. Y volviendo al tema familiar: es como si enviaras al segundo de los hermanos a la bodega de la esquina para que traiga azúcar...le das competencia para hacerlo, pero no le das el dinero para que compre. O sea no le das recursos. Esto exactamente sucede con la descentralización en el Perú. Hay mucho verso, mucha declaración, muchos documentos que se firman por las dos partes, pero muy pocos resultados. Lo grave del hecho es que, atrás de esos aparentes fracasos hay una intención solapada de traerse abajo todo bajo otro pretexto: se dice desde el nivel central “no podemos darles el dinero ni las competencias a los gobiernos regionales porque no saben qué hacer con el dinero y terminan peleándose entre ellos”. Este otro argumento infantil se trata de amparar en los pasados sucesos de Chimbote (Gobierno Regional de Ancash) o en las acusaciones al Gobierno Regional de Puno por supuesta inacción ante los efectos fatales del friaje. En Ancash suponen que las enormes cantidades de dinero que se producen por el canon minero han generado muchos apetitos que terminaron en muertes todavía no aclaradas......y por tratarse de meras suposiciones no podemos acusar fácilmente a los gobernantes regionales de estar involucrados en ningún crimen. Y en Puno tampoco podemos acusar de inoperancia al Gobierno regional debido a que las condiciones del clima actual, especialmente frío, pueden traerse por tierra cualquier previsión. Por tanto cuando se acusa a las administraciones regionales desde Lima hay que esperar cualquier cosa y escarbar bien, porque atrás de esas críticas está la duda sobre nuestras capacidades. Y nosotros los llamados provincianos hemos demostrado hasta la saciedad de que somos MUY CAPACES. Por lo menos desde Lambayeque. Otra observación que hizo el presidente García en los días de Julio era que el Norte peruano le está sacando ventaja al sur respecto al avance de la promoción de la inversión privada. Lo hizo al inaugurar las actividades de la Planta de Fosfatos en Sechura en donde, sumando sus emociones al tema de Olmos que para el Gobierno aprista es una de las banderas que puede exhibir como logros de gestión, (sin olvidar que fue nuestro gobierno humanista el que puso nuevamente el tema de Olmos sobre la mesa nacional) sacó conclusiones el presidente del Perú y dijo: oiga acá en el norte las cosas van sobre ruedas pero allá en el sur todos los días tenemos problemas. Claro está que esa tranquilidad del Norte no se debe confundir con sumisión. La observación de García va por las capacidades demostradas para promover y articular con el sector privado pero ello también- para nosotros- incluye el necesario control que se debe hacer de la inversión y que ya hemos comentado: inversión con respeto a nuestros recursos naturales y a la calidad profesional técnica y manual de nuestros residentes y sus familias. Las regiones actualmente no existen en el Perú. Una región es la unión de dos o más departamentos colindantes y debe pasar por una propuesta técnica que demuestre que tal unión si es viable. Puede ser propuesta por los presidentes regionales interesados, por los partidos políticos nacionales o regionales respaldados por el 10 por ciento de ciudadanos de cada departamento a integrarse, por las juntas de coordinación regional o por el 10 por ciento de ciudadanos de cada uno de los departamentos, en un proceso motivado puramente por residentes.Es necesario por ello quitarnos la tremenda confusión que hace creer a todos que ya existen las regiones. Y se habla con mucha impropiedad de la REGION tal y la REGION CUAL. Lo que existen todavía en nuestro país son Departamentos con Gobiernos Regionales encargados de administrarlos. Y lo que estamos proponiendo desde hace mucho en Lambayeque es que el proceso siga su curso y uniéndonos transversal o longitudinalmente tengamos pronto una región verdadera. Tal vez el problema mayor para impedir o retrasar la formación de regiones esté en las expectativas personales de cada uno de los mandatarios regionales. Ninguno quiere ser menor que el vecino y todos quieren tener el mando que les asegura una banda presidencial o el protocolo correspondiente. La formación de regiones dará como resultado un mandatario supradepartamental y unos intendentes departamentales en un esquema de dirección que realmente permita gestionar siempre con la misma cercanía y no abandonar la propuesta inicial de eficiencia y eficacia que se persigue con la descentralización. Pero este tema tiene que ser bien pensado antes de estas elecciones regionales. Los elegidos el 3 de Octubre deben comprender bien qué futuro tienen. No podrán ser mandatarios absolutos y sin responsabilidades. Por el contrario, tienen que asumir que su camino correcto es caminar hacia la unificación de los departamentos para desde allí, impulsar la formación de CONSEJOS verdaderamente regionales y que un día puedan reemplazar a la propuesta de Cámara Baja en el Poder Legislativo nacional que es otra IDEA que sigue avanzando en el Congreso de la República.
También al consolidar regiones se podrá reclamar, digamos mejor, exigir, la descentralización fiscal: así los ingresos que consigamos por impuestos podrán ser utilizados plenamente por nosotros y......hablando en lenguaje sencillo, tendremos así el dinero para poder ir a comprar azúcar a la esquina. Nada menos.

MARCOS CARDOSO MONTOYA

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